(Salmos 100:5)
Él es un Dios bueno; su amor es siempre el mismo, y su fidelidad jamás cambia.
Jesús te ama, Dios te bendiga! Jesús murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó!
(Romanos 10:9)
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.